Voy a elegir una cámara reflex (III) – LUMINOSIDAD

Bienvenidos a la tercera entrega de nuestro mini serial “Voy a elegir una cámara reflex”. Seguiremos un poco más indicando algunas características a tener en cuenta a la hora de gastarse unos `cuartos´ en una cámara, antes de pasar a un estudio un poco más detallado sobre las cámaras y elegir una (o varias) candidatas.

¿Para qué vamos a querer la cámara?

Es una pregunta que parece obvia pero a la que no se le da la suficiente importancia. Si vamos a utilizar una cámara para hacer fotos en condiciones climatológicas adversas (mucho frío o mucho calor) o en ambientes de gran polvo, tierra, agua, etc. hemos de indicarlo al señor comprador. Hemos de tenerlo en cuenta pues hay cámaras que vienen con un sellado especial para que no entre agua, por ejemplo. Pentax parece la marca más comprometida con el sellado de sus productos. Quizá valga la pena echarle unos euros más (o menos) a una cámara con algún tipo de sellado.

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Ergonomía y tamaño-peso.

Unido a lo anterior va otra recomendación que no deja de repetirse en todos los foros y webs del mundillo: La Ergonomía. Si vamos a utilizar la cámara en viajes exprés (tipo cruceros con excursiones) quizá no queramos una cámara muy pesada (pueden ser varios kilos al pescuezo) y tengamos que decantarnos no sin cierta lástima por una compacta. Si tenemos los dedos como morcillas de Cuenca porque jugamos al frontón con balones medicinales y con la mano abierta, quizá no queramos una cámara con unos botoncitos microscópicos. Todo se puede resumir en: Antes de comprar, coge la cámara, cuélgatela al cuello, mira cómo encaja en tus manitas, haz como que tiras foticas, siente la textura que tiene, los controles, donde están, qué tal te ves con ella, etc. No depende únicamente de la cámara. También de las manos del fotógrafo. He dicho.

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Luminosidad.

Veremos a ver si me explico pues esto se las trae. La fotografía en sí es Luz. En una cámara tenemos varios elementos que podemos “tocar” para regular la luz que se recoge. Más o menos y en grandes rasgos, a esto se llama Exposición (cantidad de luz que recae en la película o sensor). Tres son los elementos que inciden en la exposición: La apertura del diafragma, la velocidad de obturación y la sensibilidad ISO. El primero se encuentra normalmente en el objetivo (por si no lo he explicado ya son los “tubos” esos que sobresalen de las cámaras, que van como a rosca, parece), no en el cuerpo de la cámara. Los otros dos SI están en el cuerpo de la cámara y esos son los que vamos a mirar.

La velocidad de obturación es el tiempo que vamos a tener “abierto” el “hueco” por el que entra la luz en el sensor. Puede ir desde infinito o lo que queramos hasta muy poquito, normalmente 1/8000 segundos. Aquí tenemos ya datos interesantes. Cuanto más libertad te de una cámara para definir este parámetro, casi mejor. Desde ya os digo que casi todas las cámaras permiten una velocidad manual, infinita, ajustable a voluntad o mientras se esté pulsando el botoncito y como poco 1/4000 segundos. Las diferencias suelen ser pocas y puede hasta resultar irrisorio que le preguntes al de El Corte Inglés por la velocidad de obturación. De todos modos, queda dicho. Aún con todo, una velocidad entre 30´´ y 1/4000 es más que suficiente para empezar. No vayamos a obcecarnos.

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Otro follón como la copa de un pino son los números ISO, la sensibilidad. Menos mal que aquí lo explican impresionantemente bien. Resumiendo muy mucho, como todo, diremos que a mayor ISO que le pongamos a una foto, más prisa se va a dar la cámara en recoger la luz durante el tiempo de exposición que hayamos indicado con la velocidad de obturación. ¿Entendido? ¿Qué no? Bueno. Lo que realmente importa es que la cámara tenga una buena ración de números ISO, que normalmente van desde 100 hasta unos 12600 (aunque con 6300 vamos que nos matamos).

imagen de tipsdefotografia.com

Re-resumiendo: Procurad que vuestra cámara permita la mayor cantidad de ajustes manuales posibles, pero sobre todo que nos dé una buena libertad para la velocidad y la sensibilidad. Creo que son el quid de la fotografía.

Antes de que algún entendido en fotografía me regañe y con razón por toda esta sarta de incorrecciones y resúmenes descabellados, dejaremos este artículo aquí. Pido perdón. Por tanto paréntesis y tanta comilla también. Mil perdones. Esto no es serio.

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